Historia comparada Péninsula Ibérica, siglos XX y XXI : repúblicas, fascismos, Europa

Etablissement : ESPOL European School of Political and Social Sciences

Langue : Espagnol

Période : S6

Espagnol niveau B1 / B2

Resumen general


Países vecinos, hermanos rivales condenados a entenderse, alternadamente separados, opuestos y reunidos por la Historia, España y Portugal estuvieron en el centro de un juego de encuentros y desencuentros políticos, sociales y económicos a lo largo de todo el siglo XX.


De las primeras experiencias republicanas a las dictaduras de inspiración fascista, de las transiciones a la democracia hasta la integración europea, este curso propone una perspectiva comparativa de la historia reciente de los dos países ibéricos, subrayando los paralelismos, los contrastes y las influencias recíprocas.


Además de una indispensable visión política, reservaremos un lugar importante a los aspectos culturales, en particular en lo que toca a la función de la literatura, el cine y la música como reflejo de los cambios sociales.


Asimismo, integraremos una reflexión acerca de las dinámicas de los nacionalismos periféricos en España, específicamente el País Vasco y Cataluña, y sobre las más recientes transformaciones del escenario político en ambos lados de la frontera.

1ª sesión: Las respuestas a la crisis del liberalismo: dictaduras y repúblicas



El final del siglo XIX asistió a las primeras señales de agonía de los sistemas liberales de corte oligárquico de los Estados ibéricos, en el marco de una redefinición de las influencias imperiales en el mundo. A la crisis colonial siguió una crisis política: en Portugal, el republicanismo triunfó en 1910, pero la concesión de nuevos derechos fue lastrada por una inestabilidad política y social que condujo al golpe de Estado militar de 1926. En España, la monarquía resistió moribunda hasta 1931, cuando la República recién proclamada lanzó un vasto programa de reformas sociales, que provocaron fuertes resistencias.



2ª sesión: La Guerra Civil española, un conflicto europeo



El desafío republicano a la influencia de la Iglesia y los grandes propietarios y la intensificación de la violencia política representaron un terreno fértil para las pretensiones golpistas de una parte de la oposición. Sin embargo, el fracaso del golpe de Estado militar de 18 de julio de 1936 liderado por Francisco Franco causó la división del territorio español en dos zonas, una controlada por las autoridades republicanas y otra por las unidades rebeldes, y el inicio de un conflicto fratricida. Este se caracterizó por un elevado grado de violencia contra los civiles y la participación de fuerzas extranjeras en el campo de batalla, y puede ser visto como un preludio militar e ideológico a la II Guerra Mundial.



3ª sesión: La evolución histórica de los fascismos portugués y español



Pese al apoyo prolongado de la jerarquía de la Iglesia y las Fuerzas Armadas, las dictaduras autocráticas de Salazar y Franco no fueron monolíticas: de inspiración orgullosamente fascista hasta la caída de las potencias del Eje, ambas procuraron enseguida integrarse al sistema europeo y mundial a través de las alianzas de Occidente en el contexto de la Guerra Fría, sin nunca perder su carácter represivo. En cuanto a las mentalidades, el conservadurismo ideológico se manifestó en la primacía de los valores católicos y la exaltación del discurso nacionalista, poco a poco cuestionados por una juventud abierta a las influencias extranjeras y a los sectores artísticos disidentes.



4ª sesión: ¿Transiciones revolucionarias?



La última fase de los regímenes autoritarios quedó marcada por prioridades divergentes: mientras España optó por un modelo de desarrollo industrial y una relativa apertura económica promovidos por un franquismo que seguía políticamente bloqueado, Portugal prefirió atrincherarse en sus posesiones coloniales y entablar una larga guerra (1961-1974) contra los movimientos de independencia africanos. La “Revolución de los claveles” del 25 de abril de 1974 trajo la democracia a medida que frenaba el radicalismo del principio del proceso revolucionario. En España, la democratización iniciada tras la muerte de Franco, en noviembre de 1975, adoptó un cariz diferente, basado en la negociación entre las élites políticas. Sin embargo, estas élites tuvieron que enfrentarse simultáneamente a las resistencias conservadoras en las instituciones, las aspiraciones de una sociedad más moderna y la violencia de los movimientos de protesta.



5ª sesión: La integración europea y la transformación de las sociedades ibéricas



La consolidación democrática en los dos países quedó oficializada con su ingreso simultáneo en la Comunidad Europea, el 1º de enero de 1986, y su integración al Mercado Común. En España, esta fecha es vista como la culminación de la Transición, equivalente político de una década de efervescencia cultural. Para Portugal, su entusiasta adhesión al proyecto europeo representó una oportunidad para reemplazar la ideología imperial como designio nacional y superar su considerable retraso económico y social.



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